La complejidad de un servicio sociosanitario con multitud de dietas y muchas veces, edificios anexos y periféricos, hace que el transporte de comida sobre ruedas en carros enchufables sea la mejor solución para ahorrar tiempo, facilitar el trabajo y asegurar más si cabe la seguridad alimentaria.
Una de las divisiones de la restauración colectiva que ha sufrido una mayor transformación en los últimos años es la de la hostelería hospitalaria; por ejemplo la consolidación del sistema de línea fría para la distribución de comidas se ha convertido en una solución con suficiente y demostrada solvencia en las grandes instalaciones sanitarias.
No obstante, debemos tener en cuenta al hablar de esta división que no todo son grandes instalaciones centrales como tales… los complejos sanitarios están formados muchas veces por edificios principales y anexos independientes. Es fácil encontrarnos con grandes recintos hospitalarios, hospitales con pabellones independientes, grupos de residencias con cocina centralizada, clínicas pequeñas que reciben la comida de centros de producción, residencias con comedores separados de la cocina, etc. que pueden llegar a tener una operativa complicada, teniendo en cuenta además la complejidad de la alimentación hospitalaria con muchas dietas diferentes. En todos estos casos, la comida se debe transportar (caliente/frío) y embandejar o emplatar antes del servicio, lo que conlleva pérdidas relevantes de temperatura.
En artículos anteriores hemos hablado de la tendencia mundial de sustituir el transporte en cajas isotérmicas por el transporte de comida sobre ruedas; un cambio en la operativa que puede ayudar, y mucho, a ahorrar tiempo, facilitar el trabajo y asegurar más la seguridad alimentaria.
En el caso que nos ocupa de la división sociosanitaria con toda la complejidad a la hora de la distribución, la solución la podemos buscar en el cambio del sistema de reparto, utilizando vehículos con trampilla donde cargar los carros con la comida desde la cocina central (bien en caliente o en frío) para transportarla a los edificios anexos de una manera térmicamente segura y cómoda. Una vez en destino, los carros se pueden enchufar con lo que tendremos un control total de la temperatura durante toda la cadena.
Este cambio de concepto está en la simple sustitución de las cajas isotérmicas por el transporte en carros. Se trata además de un sistema fácilmente adaptable porque hoy en día las empresas de restauración colectiva, grandes cocinas, etc, ya están en su mayoría equipada con muelles y rampas para el transporte de comida sobre ruedas, y muchas furgonetas y vehículos cuentan también con trampilla.
En definitiva, se trata de incorporar nuevos sistemas desarrollados a partir del sentido común y de la necesidad de agilizar los procesos. A veces hacer ‘lo de siempre’ no es la mejor solución. En la cocina, como en todos los ámbitos, hay que variar los sistemas para evolucionar, facilitar la operativa y adaptarnos a las nuevas necesidades.
Este cambio de paradigma ha sido el que nos ha llevado a adquirir desde Dégerman un compromiso de exclusividad con la firma sueca ScanBox, hoy por hoy el mejor fabricante del mundo de este tipo de carros. ScanBox fabrica equipos superligeros para trabajos pesados, ayudando a implementar esta nueva manera de distribuir las comidas en colegios, universidades, residencias, hoteles, banquetes, aeropuertos, centros de convenciones…
Como una imagen vale más que mil palabras, os dejamos este video del centro de salud mental St. Ita’s Hospital (Portrane, Irlanda), en el que Robert Brophy, responsable del servicio de Alimentación, comenta el avance que ha supuesto para la institución la incorporación de los carros sobre ruedas de ScanBox.